Índice:
A. Evolución de la
contabilidad
1. En la edad
antigua………………………………………… 1
2. En la edad
media.…………………………………………. 2-3
3. En la edad
moderna………………………………………. 4
4. En la edad
contemporánea………………………………… 5
5. En
México………………………………………………… 6
B. Bibliografía
La contabilidad en la edad
antigua
Los primeros rastros de la actividad contable se ubican en torno
al año 8000 a.C. en Uruk, una ciudad de la antigua Mesopotamia, el actual
territorio de Irak. Uruk era un centro de la civilización sumeria. Esos
primeros registros contables se constituían de fichas de barro, guardadas en
receptáculos de barro, que eran utilizadas en el cálculo del patrimonio. Por
ejemplo, una ficha de barro podría representar un buey. Si ese buey fuese
transferido para otro pasto o entregado a otro propietario, su ficha sería
igualmente transferida para otro receptáculo de barro, registrando de esa forma
el evento ocurrido y ayudando al control del patrimonio por parte del poseedor.
De esa forma, un único evento contable (por ejemplo, un préstamo de un buey)
envolvería dos receptáculos de barro: uno, representando el stock de bueyes del
dueño, representaría una ficha; otro, representando el derecho del dueño del
buey sobre la persona que estaba tomando el buey presentando, receptora de la
ficha. Esto sería un doble registro de transacción o, en otras palabras, un
lanzamiento de partida doblada. Después de la creación de las fichas de barro
para el control de contabilidad, se produjo la creación de tablas con escritura
cuneiforme, para la contabilización del pan, cerveza, materiales y trabajo
esclavo, en Uruk y en Ur y también en la antigua Sumeria. De esa forma, la
invención de la escritura del hombre queda íntimamente ligada a la de la
contabilidad.
El Antiguo Egipto también contribuyó a importantes avances en el
libro de la ciencia contable, debido principalmente a la necesidad del gobierno
para organizar la recaudación de impuestos. Los antiguos egipcios innovaron
para hacer los registros contables utilizando los valores monetarios, en el
caso del oro y la plata.
En la antigua Grecia, la burocracia de la ciudad de Micenas
mantuvo archivos que registraban, en placas de barro, inventarios de esclavos,
de caballos, de carros de guerra y de piezas de esos carros así como la creación
de impuestos. Con el desarrollo de la democracia griega, los gobernantes
elegidos pasaron a tener que prestar cuentas de cómo usaban los recursos
públicos, a través de demostraciones contables inscritas en piedra.
Ya los antiguos romanos se
preocuparon por un registro meticuloso de su patrimonio personal, utilizando
tablas de cera grabadas con estiletes afilados para borradores que enseguida
eran transcritos para papiros o pergaminos. A nivel de administración
gubernamental, los romanos tenían la figura del Contador general del Estado,
quien controlaba las finanzas imperiales y que era una de las figuras
funcionarias más importantes de la máquina estatal.
La contabilidad en la edad
media
Aun con de la caída del Imperio Romano, las prácticas
contables se conservaron y lograron un considerable progreso a lo largo de
la Edad Media. La Iglesia Católica cada día tuvo más seguidores,
cuentas muy detalladas de sus actividades económicas, operaciones que se
manejaban en los monasterios.
Aunque no existen testimonios del ejercicio contable en la época
del feudalismo, el alto grado de desarrollo del comercio hace suponer la
práctica usual de la contabilidad, la cual era exclusividad del señor feudal.
En el siglo VIII Europa fue invadida por los normandos,
quienes también practicaban el comercio. Estos se establecieron en Sicilia,
después de asolar las costas de Inglaterra y Francia. De esta
época se conserva una ordenanza de Carlomagno, el Capitulare de Villis,
mediante la cual se exigía a sus escribanos un inventario anual de
las pertenencias del imperio y el registro en libros de sus transacciones
económicas en términos de ingresos y egresos. Las actividades contables se
facilitaron considerablemente entre los siglos VII y IX con la aparición de una
moneda común que tuvo aceptación internacional, el "Solidus", emitida
por Constantinopla.
En Italia, durante los Siglos VII y VIII, particularmente en
Venecia, la actividad contable se convirtió en una profesión de mucho
prestigio; allí se encontraban grupos de personas dedicadas a su
práctica permanente.
Entre los siglos VIII y XII, en Europa Central, por mandato de los
señores feudales, los libros de contabilidad eran llevados por escribanos. Las
ciudades de Venecia, Génova y Florencia fueron durante esa época el epicentro
del comercio, la industria y la banca, constituyéndose en las
pioneras de la contabilidad por partida doble. De esta época se han hallado
varios testimonios de práctica contable desarrollada. En 1157 un genovés,
Ansaldus Boilandus, repartió beneficios de una sociedad comercial con base en
saldos de cuentas de ingresos y egresos; en 1211 un comerciante florentino
llevaba sus libros de contabilidad en forma tan acertada y peculiar que dio
origen a la llamada Escuela Florentina. En 1263 en España, el
rey Alfonso El Sabio impuso a los funcionarios públicos la obligación de llevar
cuentas anualmente. De este período se conocen los libros de la compañía de los
Peruzzi (1282) y los de la casa de Bonsignare, de Siena (1290), en los cuales
se registraban las operaciones de caja y de cuentas corrientes.
En Francia, los hermanos Reinero y Baldo Fini, hacia el año 1300,
añadieron nuevas cuentas, como gastos y ventas; pero el más conocido
conjunto de libros de la época fue sin duda el que se llevó en la Comuna de
Génova, donde se usaron los términos "debe" y "haber",
además de la cuenta de "pérdidas y ganancias", en la que se resumían
las operaciones de la comuna.
El mayor avance de la contabilidad en la Edad Media se dio con la
aparición de los libros auxiliares, los cuales permitían a los comerciantes
registrar sus cuentas por clientes. En 1400 surgió la idea de la
contabilidad por partida doble, cuando se incluyeron las cuentas patrimoniales
en los libros del mercader Florentino Francesco Datini. La mayoría de las
grandes empresas de esa época llevaban sus libros con base en
un sistema utilizado en los libros de los Medici de Florencia. En el
Museo de Brujas se encuentran fragmentos de libros que usaron partida doble,
pertenecientes al inglés A. W, Gollard, que datan del año 1368.
La contabilidad por esta época continuó desarrollándose y
adaptándose, a las nuevas exigencias económicas, lo que generó a la postre el
establecimiento de escuelas en Génova, Florencia y Venecia, siendo esta última
la de mayor técnica y pionera de las prácticas contables actuales.
Tambien podemos decir que durante el periodo románico del
feudalismo el comercio cesó de ser una práctica común, por lo tanto el
ejercicio de la Contabilidad tuvo que haber sido usual, aunque no se tenga un
testimonio que lo compruebe.
La interrupción del comercio hizo que la Contabilidad fuese una
actividad exclusiva del señor feudal, esto se debió a que los ataques e
invasiones árabes y normandos obligaron a los europeos a protegerse en sus
castillos.
La Contabilidad siempre se conservó activa, ya que los musulmanes durante
sus conquistas expansivas fomentaron el comercio, dando lugar a la práctica de
esta disciplina.
De los primitivos memoriales, en los que los comerciantes anotaban
sin ningún orden particular las diversas operaciones que precisan recordar
posteriormente, se fue evolucionando poco a poco hacia un sistema contable de
partida simple, a medida que gran número de anotaciones necesarias aconsejó a
los comerciantes y prestamistas ir desglosando del memorial diversas cuentas,
en las que anotaban grupos de operaciones poseedoras de alguna característica
común, tales como ir referenciadas a una determinada mercadería o bien a una
misma persona. El modo de llevar a cabo las anotaciones fue perfeccionándose
cada vez más y originó el progresivo desarrollo de ciertas reglas prácticas,
hasta que en un momento determinado con exactitud por los historiadores
apareció en la zona de influencia económica italiana el método de la partida
doble.
En la Europa del siglo VIII se conservó una ordenanza de Carlo
Magno, llamada "Capitulare de Villis", en la cual se estipulaba el
levantamiento de un inventario anual de las propiedades del imperio y del
registro de sus registros en un libro que tuviese por separado ingresos y
egresos.
Desde el siglo VI hasta el IX, el "Solidus" fue la
unidad monetaria aceptada generalmente, dando lugar de la más fácil práctica de
la Contabilidad, por ser ésta una medida homogénea.
En la Italia del siglo VIII, la contabilidad era una actividad
usual y necesaria, tanto que en Venecia se conoció de una casta dedicada a tal
práctica en forma profesional y constante. Es en esta ciudad donde se dio mayor
impulso a la Contabilidad.
En la Europa Central de los siglos VIII y XII, donde la práctica
contable se designó a los escribanos, por órdenes de los señores feudales.
En Inglaterra, el rey Guillermo, el Conquistador, mandó hacer el
"Demosday Book" donde, entre otras cosas, contenía los ingresos y
egresos de la corona.
Europa durante los siglos XI y XIV experimento cambios económicos,
dando lugar a que la Contabilidad dejara de llevarse por los monjes y
amanuenses de los feudos a la usanza romana.
La técnica de Partida Doble se implanto al final del siglo XIII.
Es para los años treinta del siglo XV, cuando se conoce
mundialmente el sistema "a al Veneciana", que consistía en
un juego de dos libros, uno que contenía los registros
cronológicamente y el otro que agrupaba las cuentas de caja, corresponsalía,
Pérdidas y Ganancias, y las cuentas patrimoniales, de tal manera que se puede
decir que éste es el origen de los libros Diario y Mayor
La contabilidad en la edad
moderna
La Edad Moderna se inició oficialmente en 1453 con la conquista de
Constantinopla por los turcos. Con el avance de los turcos en el este, se cerró
la ruta comercial entre Europa y Asia y que había sido abierta por las Cruzadas
en la Edad Media. La necesidad de abrir nuevas rutas a Asia llevó a varios
países de Europa Occidental, como Portugal, España, Francia, Inglaterra y los
Países Bajos, en busca de nuevas rutas marítimas orientadas a Asia que no
pasaran a través del Oriente Medio dominado por los turcos. Esto dio lugar a
las grandes navegaciones.
Con el descubrimiento de América y la ruta marítima a la
India, se produjo un gran aumento en el flujo de comercio de Europa. Las
naciones que llevaron esta expansión requerían la técnica contable
desarrolladas por las ciudades del norte de Italia para rastrear las
transacciones. Esa técnica contable tuvo como figura principal a Luca Pacioli,
un fraile italiano que sistematizó y popularizó el sistema de partidas dobles
desarrollado por las ciudades del norte de Italia en la Baja Edad Media. Para
tal auge, contribuyó el hecho de que la obra de Pacioli hubiera surgido junto
con la creación de la impresora de tipo móvil por Gutenberg, lo que posibilitó
la amplia difusión del libro que exponía el sistema de partidas dobles. La
primera edición de la obra clásica en contabilidad de Pacioli, ‘La Summa de
Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalità’, fue impresa el 10 de
noviembre de 1494 en Venecia.
La escuela representada por Pacioli tenía como fundamento el
control del patrimonio de la empresa a través de la apuración de saldo de las
cuentas. Las cuentas serían el sumatorio de los derechos y obligaciones que el
propietario tenía en relación a cada persona. Además de Luca Pacioli, otro
importante personaje de la escuela fue Benedetto Cotrugli. Una innovación de
esta escuela fue la creación de la cuenta de capital, que determinaba la deuda
de la empresa con los propietarios. La creación de numerosas sociedades por
acciones en esa época generó la necesidad de esta separación del patrimonio de
la empresa de la de los propietarios.
Al final del siglo XVIII eclosionó la Revolución Industrial el
Inglaterra. El surgimiento de las grandes industrias hizo a la contabilidad
tradicional, que calculaba el coste con base al gasto de adquisición de las
mercancías que habían sido vendidas, no suficientemente evolucionada. Surgió la
contabilidad de costos, que pasó a calcular el coste de cada producto pedido
como base en la estimativa del gasto de fabricación de cada producto vendido.
El expansionismo mercantilista se encargó de exportar al nuevo
continente la contabilidad por partida doble. Sin embargo, en América
precolombina, la contabilidad era una actividad usual entre los
pobladores. Es a partir del siglo XVII, que surgen los centros mercantiles,
profesionales independientes, con funciones orientadas primordialmente a
vigilar y revisar la veracidad de la información contable.
La contabilidad en la edad
contemporánea
Entramos a la Edad Contemporánea, que se inicia con la Revolución
Francesa en 1779 hasta nuestros días. A partir de aquí, se suceden cambios muy
profundos originados por la industrialización y el intercambio comercial de los
países europeos. El surgimiento de la sociedad anónima o compañía por acciones,
donde la propiedad no es ya de un solo dueño, sino de varios accionistas que
dirigen sus intereses a través de otros, ha influido en el desarrollo del
pensamiento y práctica contable. En este periodo, se originan los conceptos de
continuidad empresarial y el de entidad, dos principios que han servido de
soporte para normar los registros y la información financiera.
La revolución industrial ha contribuido a la revolución de la
contabilidad ya que surgen nuevos elementos que hay que considerar, como son:
el costo de producción y la depreciación, dando lugar al nacimiento de la
contabilidad de costos, que de un sistema de costo histórico evolución al sistema,
de costo predeterminado, estimado o estándar, cuya ventaja es que se puede
determinar el costo anticipadamente sin necesidad de esperar los costos reales
al final del periodo.
Francia, inicia esta reforma al confiar al célebre contador
parisino Count Mollier la completa reestructuración contable de las finanzas
Francesas. Otro país que a partir del siglo XIX, ha contribuido de
manera preponderante al perfeccionamiento de la contabilidad, fue Estados
Unidos de Norteamérica, el cual comenzó su gran surgimiento económico que
esta última le aplico, tuvo que industrializarse con
la construcción de vías de comunicación,
ferrocarriles, la telegrafía, etc.
En el 1880, cuando inversionistas Ingleses Escoceses comienzan a
adquirir intereses en los Estados Unidos, consideran prudente mandar a sus
propios auditores con el objeto de que vigilaran las fuertes empresas
constituidas en el nuevo continente, y es así como establecen en los Estados
Unidos las firmas Price Woterhouse y Peat Marwick Mitchell, que años más tarde,
ya Americanizadas, se convierten en las dos firmas más importantes
del país. Estas dos firmas más importantes del país.
En las primeras décadas de los años 1900, sucedieron
acontecimientos que incidieron de manera sustancial, para que
la contaduría se encuentre en el sitial de que hoy disfruta, ellos
fueron entre otros:
*El desarrollo de las instituciones académicas a nivel
superior
*La renovación de las literaturas
*La creación de organismos que agrupan a los profesionales
*El fomento de
instituciones para la emisión de principios de contabilidad
generalmente aceptados *La creación de normas de
auditoria
Finalmente, hacemos
referencia a la implementación en los tiempos modernos de las
nuevas tecnologías para optimizar el proceso contable, a fin de
brindar informaciones confiables y oportunas. Nos referimos de manera especial,
al procedimiento electrónico de datos a través del
computador.
La contabilidad en México
Aunque la contabilidad se considera en su mayor parte una técnica
depurada por la sociedad occidental, nuestro país no era ajeno al conocimiento
de los registros antes de la llegada de los conquistadores. Los aztecas
llevaban un adecuado control de sus transacciones mercantiles, demostrando en l
ordenada cuenta y razón que llevaban los tributos que recibían de los pueblos a
los que dominaban según lo refiere el códice Mendocino. Mediante sus
mayordomos, recibían los tributos y se encargaban de distribuirlos
adecuadamente entre los guerreros, los sacerdotes de culto y demás personajes
importantes, generalmente en especie.
A la fecha, no se comprende bien como no existiendo una verdadera
moneda, podían distribuirse entre los contribuyentes el pago de las rentas
públicas; ni como estas podían percibirse, ni que método había para emplearla
en los gastos nacionales.
Posteriormente en la época de la conquista, en 1519 cuando se
fundó el ayuntamiento de Veracruz, se nombra contador a Alfonso de Ávila. En
1536 el virrey Antonio de Mendoza establece la contabilidad de la Casa de la
Moneda, la cual es tenida como el libro de contabilidad más antiguo de nuestro
continente.
En el año de 1845 el Tribunal de Comercio de la Ciudad de México,
estableció en esta capital a la primera escuela
de enseñanza comercial, bajo el nombre de Escuela Mercantil. Durante
la guerra con los norteamericanos en 1847 la escuela tuvo que cerrar
sus puertas por falta de fondos.
El 28 de enero de 1845, por
decreto de Santa Ana, se fundó la escuela de Comercio. Esta escuela, aunque
tropezando con algunas dificultades, pudo subsistir hasta el establecimiento
del imperio Maximiliano. A la caída de éste, el gobierno de Don
Benito Juárez se preocupó por la reorganización de la enseñanza pública y el 15
de julio de 1868, fue inaugurada la escuela con el nombre de Escuela Superior
de Comercio y Administración.En el año de 1871 quedaron más reglamentos y
formalizados los estudios hechos en la escuela y se crearon las carreras de
empleado contador (contador privado). Ya desde a principios del siglo se sentía
en México la falta de profesionales nacionales y el primer paso para formarlos
fue la creación de la carrera de contador en el año de 1905 en la Escuela
Superior de Comercio y Administración.
Los estudios que se
hacían en los primeros tiempos de la Escuela de Comercio pueden considerarse
propiamente, como elementales, hasta la creación de la carrera de contador de
comercio en que la enseñanza fue sistematizada y se agregaron nuevas materias a
los programas de estudio.
El día 25 de mayo de 1907 se celebró el
primer examen profesional de contador, sustentado por el Sr. Don Fernando Diez
Barroso.En el año de 1917, un grupo de contadores titulados decidió
formar una agrupación profesional que quedó constituida, a mediados de dicho
año, con el nombre de "Asociación de Contadores Públicos".
Dado el éxito alcanzado en los
fines de la Asociación, ésta resultaba insuficiente y el año de 1923 se decidió
formalizar sus trabajos constituyendo el Instituto de Contadores Públicos
Titulados de México, lo cual se llevó a cabo el día 6 de octubre del mismo año.
El 21 de abril de 1959, el gobierno establece la facultad de que
la opinión profesional del contador público sea considerada por las autoridades
hacendarias, al emitir el decreto de la creación de la Dirección de Auditoría
Fiscal Federal.
Bibliografía